Loadscan LVS ayuda a la recuperación ante desastres

Era la tercera gran inundación que sufrían algunas zonas de la región en 2022, y el río Hawkesbury -uno de los principales afluentes de la zona de Sídney- alcanzó un máximo de 14 m, un nivel no visto en décadas.
Mientras tanto, la presa de Warragamba, que sirve de principal embalse para el suministro de agua a Sídney, se desbordó, inundando zonas río abajo con más de 500 gigalitros de agua, alrededor del 20% de la capacidad total del enorme lago.
Una vez que el agua se retiró, se hizo evidente el enorme nivel de daños, lo que causó grandes problemas a ayuntamientos, empresas de servicios públicos y proveedores de servicios, que se pusieron manos a la obra para volver a poner en pie la región.
Uno de los proyectos de mayor envergadura recayó en el Ayuntamiento de Hawkesbury, al que se encargó la limpieza de un importante corrimiento de tierras a orillas del río Hawkesbury, cerca del asentamiento de Wiseman’s Ferry, a unos 75 km al noroeste de Sydney.
Allí se habían desprendido casi 30.000 ^m2 de tierra, bloqueando una carretera y causando graves problemas a los habitantes de la zona.

Resolver problemas

Sadat Rahman, Director de Proyectos de Recuperación de Infraestructuras del ayuntamiento, confirmó que el tamaño y la naturaleza de la obra plantearon algunos problemas al ayuntamiento.
«El ayuntamiento nunca había hecho un trabajo con este nivel de excavación: era una zona de deslizamiento enorme», afirma.
Tras contratar a un topógrafo y a un contratista para realizar el trabajo, el siguiente reto de Sadat fue garantizar la exactitud de los datos que salían de la obra, y cotejarlos con los pagos que se hacían a las partes pertinentes.
«Uno de los retos era cómo y qué utilizaríamos para medirlo, cómo tomar una decisión informada para las reclamaciones», explica Sadat.
Tras las conversaciones iniciales, el Loadscan LVS-3TMM como solución a los singulares retos que planteaba el difícil trabajo.
Con una precisión de +/-1%, el sistema Loadscan fue seleccionado como la mejor solución para el trabajo y se instaló rápidamente in situ para captar la información necesaria para cumplir el nivel de detalle exigido en el contrato que gestionaba Sadat.
«En un trabajo a escala normal, no necesitaríamos un Loadscan, pero cuando estamos hablando de 29.^000m2 de material de carga, eso es enorme, y por eso pensamos que necesitábamos comprobar lo que estábamos sacando… y volver a comprobarlo con la información del topógrafo».

Seguimiento de los movimientos de los vehículos

A los camiones se les colocaron etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) para garantizar un seguimiento preciso de las cargas, lo que hizo más eficientes los movimientos de los camiones dentro y fuera del difícil emplazamiento.
Una vez que cada camión había completado un escaneado de referencia y sus datos se habían cargado en el sistema, el receptor RFID recogía automáticamente todas las cargas posteriores de ese camión, y todos los datos pertinentes se cargaban en tiempo real en el Loadscan LVS.
Además de utilizar el Loadscan para medir lo que salía de la obra, el topógrafo también utilizó mensualmente un dron para estimar la cantidad de material que había en el cuerpo del derrumbe.
«Antes de empezar cualquier trabajo, hacen un escaneado [with the drone], y a final de mes hacen otro escaneado; esa diferencia da el volumen de material que hemos retirado.
«Esa información se comprueba después dos veces con el Loadscan».
Como parte de ese proceso, Sadat descubrió que las cifras generadas por los drones eran considerablemente distintas de las proporcionadas por el Loadscan LVS, más preciso, debido a la compactación del material de la obra que se medía antes de ser cargado.